A partir de los 10 años empieza a jugar un papel primordial el trabajo físico (resistencia, fuerza y velocidad), que permite reforzar la buena técnica de natación en series largas (200, 400 metros…) de cada ejercicio. Se perfeccionan la entrada al agua y los virajes, los estilos braza y mariposa, la competitividad bien dirigida dentro de los ejercicios de grupo… Entra en juego la parte saludable de la natación como prevención de problemas de espalda, y soporte de un crecimiento físico saludable y equilibrado.